
El afectado denunció que el casino hizo la vista gorda ante las apuestas que realizaba, que estaban por encima de las permitidas. Chung explicó que no era jugador hasta que visitó por primera vez un casino, hace seis años, y que siempre pensó que podría recuperar el dinero perdido aumentando sus apuestas. "Por lo tanto, soy un adicto", concluyó, en declaraciones publicadas por el diario The JoongAng Daily.
Chung, que tenía un límite de diez millones de won por apuesta, contrató a cinco personas para que realizaran apuestas por él, por lo que en cada apuesta gastaba 60 millones. "Sigo teniendo la sensación de que puedo recuperar el dinero en el casino", añadió el ludópata, que actualmente recibe una terapia para curarse de su dependencia. Los abogados del casino se defendieron asegurando que Chung perdió su fortuna de "forma voluntaria y normal".
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