Este aspecto sexista y arcaico de la ley es uno de los principales objetivos de Travesnavia, un movimiento travesti chileno que conforman 44 transexuales y que lidera Alexandra. "Nosotras queremos votar en un local de mujeres, porque muchas compañeras se sientan acosadas y discriminadas en las mesas de votación de hombres, incluso algunos las obligan a sacarse el maquillaje", denuncia Alexandra, que tuvo que enfrentarse a las extrañadas y en ocasiones poco amigables miradas de los hombres en la cola de la urna en la que depositó su voto.
"El Gobierno no debe discriminarnos en las votaciones. Le enviamos cartas a la presidenta Michelle Bachelet y al ministro de Defensa para pedirles que nos apoyen y no hemos recibido respuestas", añadela travesti.
Discriminación sexual
En las misiva, los travestis solicitan al Gobierno tomar medidas para acabar con la discriminación a las minorías sexuales, en temas tan específicos como la ley electoral, que obliga a votar a hombres y mujeres por separado.
Las votaciones chilenas se realizan con un sistema de votación directo para elegir parlamentarios y presidentes. El domingo, los chilenos se enfrentaron a su elección número 26 desde el plebiscito de 1989, que al año siguiente significó el retorno de la democracia en el país tras 17 años de dictadura de Pinochet.
Lucha
Ubicada en una de las comunas más pobres del país, Cerro Navia, la agrupación Travesnavia ha conseguido el apoyo de las autoridades políticas de su municipio para alguna de las actividades que realiza.
Entre las acciones más importantes del grupo resalta su permanente y sistemática asistencia a la población de minorías sexuales más vulnerable desde el punto de vista económico, además de marcar hitos al crear la primera compañía de teatro compuesta por transgéneros y ser una de las instancias fundadoras de la Alianza Trans Nacional.
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