Un madrileño de 38 años sigue debe su vida a un desfibrilador automático instalado en un centro comercial de La Vaguada. Tras sufrir una parada cardiorrespiratoria, un vigilante del mencionado centro utilizó el desfibrilador para aplicarle las correspondientes descargas y logró así que saliese de la parada.
Esta es la segunda vez que una persona logra salir de un paro gracias a la ayuda de este aparato que el Ayuntamiento de la capital española está instalando en polideportivos y centros comerciales, y que ya salvó la vida el pasado mes de enero a un hombre de 54 años que tuvo una parada mientras practicaba deporte en un centro municipal de Carabanchel.
El desfibrilador no sólo aplica descargas eléctricas para sacar de la parada cardiorrespiratoria a la persona sino que cuenta con una señal de llamada automática al Samur-Protección Civil, de modo que con tan solo abrirlo manda un aviso instantáneo que permite que los efectivos puedan acudir con mayor rapidez al lugar del suceso.
sábado, 13 de junio de 2009
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